Hoy os traigo una receta que yo jamás volveré a hacer. Es una
receta sencillísima, rápida, resultona, es una receta muy socorrida para un
apuro…pero jamás volveré a hacerla.
Y os preguntareis si he perdido la cabeza o me ha dado por los
psicotrópicos, pues no, lo que ocurre es que el sentido común me ha llegado a
los 40 años y he decidido que no puede ser bueno comerse tres llandas de
galletas……
Las hice pensando en “El Cuñao”, que es un fan incondicional de la mantequilla
de cacahuete, lo que no sabía era que a la ratona y a mí nos iban a gustar
tanto. Hasta el punto de que al pobre Cuñao solo le llegaron 8.
Son unas galletas con un punto entre dulce y salado perfecto, y
cuando comes una, se te queda en el cerebro la idea del sabor tan especial, y
no puedes dejar de pensar en ese sabor y vas y comes otra, y otra y otra….. y
la caja se vacía y piensas: Dios Mío que he hecho??????
Así que las guardaré en mi recuerdo para siempre y vendré aquí y
mirare sus fotos, pero nunca volveré a hacerlas L
Os pongo la receta y vosotros, bajo vuestra absoluta
responsabilidad, sabréis si las hacéis.
INGREDIENTE
120 gm Mix C de Shar
10 gm harina de almendra
6 gm de levadura química
100 gm mantequilla pomada
350 gm mantequilla de cacahuete
100 gm azúcar blanquilla
90 gm azúcar moreno
1 huevo
200 gm pepitas de chocolate puro
PROCEDIMIENTO
En un bol mezclamos las harinas junto a la levadura y reservamos.
En otro bol mezclamos las mantequillas pomadas junto al azúcar, con
varillas eléctricas hasta que nos quede espumado. Añadimos el huevo, mezclamos.
Añadimos las harinas y mezclamos con una lengua, una vez todo
integrado, añadimos las pepitas de chocolate y mezclamos otra vez.
Ahora podemos hacer dos cosas, poner en las bandejas de horno
forradas con papel cucharaditas de la masa, chafar con la palma de la mano y
hornear 15 minutos a 180º (horno precalentado) ó refrigerar 15 minutos la masa,
formar bolitas, poner en las bandejas forradas con papel y chafar con la palma
de la mano. Hornear a 180º durante 15
minutos.
Cuando las saquéis del horno llevad mucho cuidado con ellas, que se
desmoronan. Yo lo que hago es pasarlas con papel y todo encima del mármol de la
cocina para que se enfríen antes de tocarlas.
Una vez frías, ya podéis comenzar a pecar!!!
Ahí queda la receta, para los valientes que quieran probar hasta
donde son capaces de resistir.
Un beso a tod@s
Jeje, yo hago una vez cada año y medio o dos años. Cuando creo haber quemado todas las calorías de la tanda previa y el colesterol y todo eso andará normalizado. Son pecaminosas. Ya sabes, si está rico es malo, está prohibido o engorda. Las galletas de mantequilla de cacahuete cumplen las tres premisas.
ResponderEliminarY ahora me he fabricado la mía propia, no quiero pensar como nos vamos a poner ;)
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